Fortalece al sistema cardiovascular y permitiendo disminuir los niveles de colesterol malo en la sangre. Esto se debe gracias a sus propiedades y alto contenido en ácido grasos.
El germen de trigo está dentro del cuadro de alimentación de vitaminas B, siendo un aliado para la buena salud de la piel.
Es un antioxidante por excelencia, ayudando a combatir los radicales libres y previniendo los síntomas del envejecimiento prematuro, como las arrugas y la flacidez.
Ayuda con el fortalecimiento de los músculos, gracias a su contenido de proteínas e hidrato de carbono. Recomendado para deportistas.
Es excelente para controlar el nivel de ácido úrico, ya que no contiene purinas. Es recomendado en pacientes con gota.
Previene enfermedades degenerativas, como reumatismo o artritis.
Combate la fatiga e interviene en el traslado de la vitamina A en la retina, favoreciendo la salud óptica.
Gracias a su alto contenido de fibra, facilita la buena digestión, a la vez que es útil en la prevención de enfermedades gastrointestinal.
Es un potente aliado para combatir problemas insomnio o ansiedad, producidos por cuadros de estrés o de nerviosismo.
Ayuda al organismo en los procesos de cicatrización de heridas.
Proporciona vitalidad al cabello seco, fortaleciendo la cutícula y ayudando a su crecimiento saludable.